Mujer que al igual que una espigada rosa creces y floreces con todo tu candor.
El paso del tiempo nunca borra tu fragancia ni tu radiante belleza de quién te conoció por primera vez.
Tú, forjadora de sueños e ilusiones tales que son ya una realidad, tú que cultivas la vida, que conoces el poder de la sonrisa.
La fortaleza de ser mujer, a ti, mujer, he de dirigir estas líneas pues solo una mujer puede comprender el significado de estas.
Solo tú, sentirás el amor y veneración reflejados en cada palabra.
Solo tú, mujer de sensibilidad natural, porque cubres la tierra, porque das la vida, eres la que crea amor, eres la que produce maravillas, consuelas al desesperado, abres su corazón limpiamente porque en tú regazo se encuentra la paz.